miércoles, 17 de agosto de 2011

TURQUIA…una delicia.


Acá nos encontramos en uno de los destinos que sorprenden nuevamente… un jueguito: piensen en Turquía… que se viene a la mente? Mmm turcos? Turbantes, gente media oscurita (como yo..je), un país no muy rico, alguna espada en el medio…mmm error! No existen tales turbantes ni nada de eso, es gente como los uruguayos, tal vez un poco más gritones y la verdad se ve que en lo económico no les vá nada mal.
Lo lindo de llegar a Estambul, no fue solo encontrarse con una linda ciudad, mucho màs linda de lo que me imaginaba, sino reencontrarse con la familia del 5 (un gran grupo de amigos que nos denominamos así gracias a Habibi, un guía de Egipto). Ya la primer noche la aprovechamos para ir a la peatonal a pasear y tomar una cervecita en un boliche local, y la verdad no tiene desperdicio ni la peatonal ni el espectáculo de los locales escuchando y bailando en el mismo lugar donde se sientan…si está buenazo eso, se paran y se ponen a bailar en el lugar. Para ser un poco ilustrativo, la peatonal se parece bastante a la peatonal florida de Bs. As, y a su vez termina con una cantidad de bolichitos tocando la alegre y contagiosa música local, con violines y etc.
Al otro día en la mañana tendríamos una actividad académica en la universidad Galatasaray, una universidad publica pero super exigente ya que para entrar hay que dar una prueba de de creo que dos millones sólo salvan los cien primeros…bravo no? Bueno el tema que como la noche anterior en general la gente del grupo salió a tomar alguna copita, a algunos les costó levantarse, otros lo lograron a pesar de una batalla fatal con la almohada y otro ni se levantaron…medio bochorno pero fue así. Después de un poco de historia de Turquía, los Otomanos y alguna información económica de lo que pareció un economista importante de ese país.
Como teníamos los primeros días libres nos dedicamos a pasear un poco más, y entre kebabs y los muchachos que venden helados chiclosos (ver la foto del tipo que parece que tiene una masa pero es helado) que en realidad te venden un show porque la verdad los helados no son nada ricos, algún paseo por tiendas y encomiendas. Pero a todo eso sin duda que se le debe sumar una visita al gran basar que en realidad no es un Gran Basar, sino que son muchos basares…como nos mienten a los turistas, y también visitamos el mercado de las especias que en realidad hay especias, pero hay de todo también, desde forros para almohadones, hasta pajaritos rojos, pasando por todas las delicias turkas que se imaginen (y si, si no las venden en turquia…donde?).
Al otro día a la mañana empezábamos la vida dura de turista con tours todos los días, levantadas temprano, y horas y horas de ómnibus. Comenzamos entonces el día yendo a un museo donde más que coranes gigantes y sorprenderse con la cantidad que tenían que pintar para adornar esos libracos y una cajita linda no vi. Después fuimos a la mezquita azul, que la verdad está gigante y muy linda de afuera, por adentro debió ser azul (por eso su nombre) pero la verdad no noté tal color, por lo menos algo que me llame la atención. Después fuimos a una iglesia o mezquita? La verdad que ninguna de las dos o mejor dicho las dos, y es que el mismo edificio oficializó de iglesia y mezquita, dentro deeee… como quieran llamarle se pueden ver pinturas y arte católico (en algunos lugares medio sensurado por los musulmanes que no permiten figuras humanas en sus edificaciones.
Después fuimos a una cisterna (no la del guater eh) del antiguo imperio, la verdad que está bastante linda es básicamente una pieza gigante subterránea hecha con columnas requecheadas, como pueden ser de los más antiguos imperios romanos o griegos, pero una de las cosas más interesantes es que en dos de las columnas de la sisterna se encuentran figuras de la famosa y chiruza meduza, seguramente eran chicas las colunas y requechearon esas piedras esculpidas para que calcen bien las colunas…je. Después de esas vueltas, fuimos al ex palacio real, donde vimos lo que es vivir como un rey…je vimos las joyas que llevaban, y como siempre algún lecho de amor dónde todos nos imaginamos que sólo hacían eso los reyes…el amor. Como que que? Querías otra mezquita? Toma! Fuimos a otra mezquita, esta supuestamente una de las más sagradas y menos turísticas, y lo bueno (pa nosotros) que vimos varios niños esperando la circuncisión, y nos explicaron que estos deben estar conscientes para que se las hagan y el día anterior los visten como reyes y se hace todo lo que ellos quieran desde comprar caramelos hasta ir al parque de diversiones todo el día…y si, para que te corten la puntita de grande algo de felicidad te tienen que dar no? Bueno ya que estoy cuento algo que me llamó la atención y es que en la parte de atrás de la mezquita había una linda fuente, con muchas palomas, y había un puesto dónde vendían comida para las palomas…si, el pan viejo se vé que no corre pa esos bichos…
Ya más en camino hacia Capadoccia visitamos una iglesia que contaba algunas historias bíblicas en sus techos y paredes mediante mosaicos, según lo que entendí yo o interpreto yo, rompe con algunos lineamientos de la iglesia católica postólica romana, pero bueno no sé, no soy la persona más idónea para interpretar algunas pinturas y comentarlas.
Bueno después de eso visitamos al mar Salado, que después de ir al mar muerto pensé que no me iba a llamar la atención, pero no fue así, ya que en este mar se vé que no explotan tanto la sal y estaba todo lleeeeeno de sal, inclusive el piso, es todo sal, muy pintoresco todo, pero el tema que ahí no se usa bañarse como en el mar muerto, por lo cuál había que conformarse con mojarse las patitas nomás.

domingo, 7 de agosto de 2011

Areniscas Jordanas... JORDANIA


Jordania es de esas buenas sorpresas que se lleva uno por el mundo, no sólo porque es un país mucho más rico de lo que pensaba, sino que tuvimos varios paseos que no me los esperaba y estuvieron increíbles.
Nuestro primer destino en Jordania fue visitar un desierto y pasar la noche allí. Como siempre al llegar teníamos armadas un montón de carpas cinco estrellas, con alfombra y hasta lamparita eléctrica, esta vez dormirían dos personas por carpa. Lo malo de esto que llegamos en los últimos momentos que el sol se dejaba ver, por lo cual no pudimos ver la puesta de sol en el desierto, pero por lo menos teníamos luz suficiente para encontrar la carpa entre tantas cientos.
Luego de instalarnos teníamos una cena con comidas típicas de los beduinos, entre ellas una especie de asado de cordero hecho en un tanque, enterrado en la arena, la verdad que estaba muy bueno.
Al otro día nos levantamos muy temprano (dura la vida del turista) y tras pasar un poco de frío hicimos un safari en Jeep, ojo! Safari le llaman a todo, o yo le llamaba safari a todo paseo en vehiculo que te muestre como mínimo una jirafa o a lo sumo una sebra, pues no fue un paseo en jeep por el desierto que sinceramente estuvo muy pero muy bueno. Las vistas que vimos eran expectaculares contrastando el desierto con las montañas de arenisca (el desierto hace millones de años estaba tapado por agua, y la inmensa presión del agua sobre la arena convirtió la arena en piedra… soy todo un libro ahora no? Je).
El mismo día nos pelamos para la famosa Petra, supuestamente nombrada la segunda maravilla del mundo, luego de la muralla china (era obvio… son tantos chinos para votar). Acá otra vez me fallaron las expectativas y lo que pensaba desde antes, porque yo pensaba que era una ciudad entre las montañas… pero nó, son más que nada templos y tumbas en las montañas, y la gran malloría ni se puede entrear… Después contando sobre el lugar, la verdad que es super lindo, el calor como siempre complicó un poco el pasar bien en el momento, pero estaba bueno ver los agujeros en las montañas y los colores de sus piedras, no me dio el cuero para hacer toooodo el recorrido pero igual ví casi todo. Lo que si me asombré y no tenía ni idea que en una época, petra era el centro de todas las rutas de comercio y la ciudad más prospera del mundo, no quiero tirar mucha fruta pero creo que era cerca del 1200, otro dato interesante es que nunca perdieron una batalla ahí porque para llegar a la ciudad (que ahora son ruinas nomás) hay que pasar si o si por un camino entre cañones, por lo cuál los que atacaban tenían que pasar por esas dos inmensas paredes naturales.
Después de caminar y caminar, metimos hotel, bañito, y camucha, al otro día arrancábamos para Turquía pero no si antes hacer unas paradas más que interesantes (y más que nada para la gente católica), la primer visita fue a una catedral que supuestamente tenía uno de los mapas más antiguos hecho en el piso con mosaicos, y marcaba los puntos más importantes para la iglesia católica. Supuestamente estábamos en el monte Nego dónde murió Moises, digo supuestamente porque no está 100% claro pero todos indican que si fue ahí, inclusive la iglesia católica lo tiene como uno de los puntos más sagrados.
La siguiente parada sería en el mar muerto, y sería dónde viví una de las mejores experiencias en el viaje…flotar flotar y flotar en el agua. Desde afuera no se nota como uno flota, una vez que vas caminando de repente ya no das pié pero seguís parado en el agua…claro es tan salada (como 33% de salinidad en el agua) que no sólo no existe vida alguna, sino que un flota y flota. Yo me inventé un juego y era acostarme en el agua boca abajo y tratar de hacer la plancha pasando los pies por abajo…era casi imposible! No se podía sumergir los pies sin la ayuda de las manos para nadar un poco…muy bueno!

Un paso por ISRAEL para caer en Jordania…


Para ir a Jordania, debíamos pasar unas horas en el ómnibus para cruzar a Israel para cruzar a Jordania, si esto les pareció largo no se imaginan lo que fue realmente ya que encima de todo se rompió el ómnibus no una, sino dos veces. La verdad que nuestro chofer un capo porque lo arregló y quedó peor que cualquier mecanico de taller. Como anécdota, no sé si fue por el calor o porque nos dieron los peores ómnibus de Egipto, pero no sólo se rompió nuestro ómnibus, sino 3 de los 6 que viajábamos…
Una vez que llegamos a la frontera con Israel la verdad que fue jodida, no sólo porque tuvimos que llevar los bolsos unas cuadras entre fronteras, no sólo porque tuvimos horas, si horas de esperas en colas, sino porque también te hacían millones de preguntas, y en algunos casos (como el mio) nos retuvieron el pasaporte hasta terminar todo, a esto se suma que te revisaban todo el bolso o mochila sin preguntarte, y si algo estaba embalado, te lo cortaban sin preguntar… no sè, para mí una cosa es seguridad y otra es respeto que me pareció que no lo usaron en ningún caso. Después de este pasaje por la aduana pasamos otra vez con lo bolsos a cuestas un par de cuadras hasta Jordania, pudiendo observar en el camino una de las playas con el mejor color de agua.